Ubicada en La Seca, esta bodega familiar representa cinco generaciones de tradición vitivinícola, destacándose por su dedicación a la preservación y recuperación de variedades autóctonas únicas. Su joya más preciada es la Finca Saltamontes, un viñedo histórico de 2,7 hectáreas registrado en 1863, que ejemplifica su compromiso con la conservación del patrimonio vinícola. La bodega ha ganado reconocimiento por su labor pionera en el rescate de variedades olvidadas, siendo su mayor logro el descubrimiento de la Cenicienta, una variedad tinta única encontrada entre sus cepas centenarias de verdejo, de la que actualmente cultivan más de 10 hectáreas. Su trabajo con variedades minoritarias como Malcorta, Bruñal y otras cepas en peligro de extinción ha resultado en vinos verdaderamente singulares. Con una clara visión de futuro, la bodega continúa su labor de investigación con variedades como la castellana blanca, el verdejo negro y la prieto picudo blanca, siempre bajo un estricto compromiso con la sostenibilidad y las prácticas agrícolas responsables. Este equilibrio entre tradición, innovación y respeto por el medio ambiente define la esencia de Javier Sanz Viticultor.